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Tuesday, November 30, 2010

Regala me..
una sonrisa efímera;
una palabra precisa;
una mirada constante, para mis ojos amantes;
que en la oscuridad te encuentran;
y en el amanecer te pierdan;
de alguna formatu siempre en mi mente te encuentras;
dibujando un mundo de situaciones perfectas en las que 
el calor de tus besos llenan mi voz de aliento.



Soledad

La soledad un hotel que no es de nadie, una cama que no es mía, es despertarme a las tres de la mañana y no saber donde es el baño, la soledad soy yo, la soledad es la gota de agua en la llave del baño que dejaste prendida y no quieres apagar por no sentirte solo, la soledad es un espejo que no miente, la soledad es el vaivén de nuestros miedos y prejuicios, la soledad es ese montón de sonidos que no escucha nadie pero hacen demasiado ruido, la soledad soy yo en compañía del pasado, la soledad es un beso que se desperdicia en la almohada entre la sombra y la silueta de alguien que ya no está, la soledad es una malvada, insoportable y maravillosa que me gusta no sé bien porque; la soledad es entender por fin que la mejor compañía es la soledad. 
Es el velorio de un día que se fue, es dejar de hacer nada, prepararte, vestirte, abrir la puerta y salir para seguir haciendo lo mismo, la soledad es la compañera del miedo, la de futuros inciertos, la del camino, la búsqueda. 
La soledad es esa tipa al rededor de mi cama que me recuerda que existo, esa que me hace ser mas conformista pero un poco rebelde, esa que me escucha rotundamente y a veces suena mejor sola que conmigo, aquella que logra incentivar mis sentidos pero matar mi razonamiento, esa con la que platico a diario en la cocina y en la sala no recuerdo nada, esa que me da tantas respuestas sin soluciones, esa que vive conmigo; la soledad es la mirada presente en cada batalla diplomática en busca de un mejor mañana, es la sonrisa fingida entre miles de arrebatos que pretenden ser comprendidos pero solo son aniquilados, es aquella musa que eleva mi canto y esta a mi lado resguardando mi calor frente a este invierno entre verano.  
La soledad soy yo marchita entre azucenas de colores vividos, soy yo en medio de melodías perdidas entre sabanas mojadas, soy yo esclavizada en mundo donde pretenden a la ignorancia como felicidad, soy yo parada acostada con voz grave o suave intentando dar una marca a mi vida, para sentirme cómoda sin importar si le gusto a los demás. 

Sensación Extraña

 No existe una forma explicita de escribir sobre lo que es una sensación extraña,  por algo es extraña; pero quizás  simplemente no es cognoscible o lo es para muy pocos. Pero para los que la conocen  no la  pueden  transmitir  ni comunicar,  ya que es cosa de cada uno;  de la imaginación, del ser o del que a veces no escuchas pero sabes que está allí.
Esta sucede con ciertas personas;  en esas circunstancias inexplicables en los que ni siquiera te das cuenta lo que estás diciendo,  miras al cielo y en el minuto siguiente  sueltas una carcajada. 
Sientes tu corazón palpitar cada vez más lento y colocas mucha atención en los pequeños detalles de la persona, ves más allá,  te fijas en cómo es su mirada, el estado de su pupila, como te mira y te envuelves en su ser. La forma de sus labios, las expresiones que hace con ellos, si tiene esa sonrisa dulce e impredecible a cada momento. Sientes la necesidad inexplicable de platicar  con aquella persona así sea unos segundos; se encuentra cada instante en tus pensamientos,  tanto en los rutinarios o en los que intentas poner tu mente en blanco, convirtiéndolo en algo más  intrigante e inevitable.  Tanto que aprendes a volar de este mundo paralelo y ver tus ideales más cercanos y al respirar toda tu caja torácica no solo se llena de aire sino a veces de melancolía o todo lo contrario de alegría. 

Monday, November 29, 2010

Recuerdos solitarios en medio de la rutina existencial

Al principio lo llamaba estupidez existencial, después trance cerebral; pero luego de un tiempo lo empecé a llamar soledad. Así caí en cuenta que era un espejo que no miente, simplemente una ingrata a la que se le va agarrando el gusto, con un alto riesgo de parar completamente enamorados de ella, el cual te hace cambiar a diario.  Un suplicio ingenioso de la naturaleza, que hace que nos encontremos con nosotros mismos para poder valorar a los demás. 
Porque aunque todos los días haya una persona en este mundo estúpido, que te saqué una sonrisa siempre estarán los recuerdos que en ocasiones te hacen olvidar de quién eres. ¿Por qué estás aquí?  Si tú eras lo que estaba en esos recuerdos; entonces ahora qué queda?

Algo muy ilógico es querer cambiar algo que nos hace sonreír y avanzar, algo que nos permite ver antes de caer y luchar para seguir adelante... Lo irónico es que  la mayoría de veces nos damos cuenta de lo que hay enseguida de nosotros, tarde; desperdiciamos nuestro tiempo buscando respuestas complejas para preguntas que ya están respuestas debajo de nuestras narices, o  décimos lo que nos debemos guardar y guardamos lo que hay que decir, tememos a expresarnos por el que dirán; o intentamos darle un significado a  palabras que solo se sienten y que cada uno tiene una manera de expresarlas y sentirlas como:  "La amistad", miles de artículos libros y personas tratan de describirla pero su definición viene en cada ser humano el cual, la construye por medio de convicciones y experiencias. 
No digo que no es importante avanzar, conocer personas nuevas o incluso realizar algunos cambios a lo largo de tu vida. Pero una cosa es crecer y aprender,  a dejar de ser lo que eres y convertirte en un espejismo ante la realidad. 
Todos criticamos formas de hablar, vestir, pensar pero en realidad muchas veces es porque tememos convertirnos en esos seres, todos alguna vez perdemos el respeto y en su mayoría sucede cuando los que mandan pierden la vergüenza;  quizás la experiencia sea lo más valioso de nuestra vida. Ya que son ellas las que nos muestran los caminos y las que forjan nuestra conducta. Quizás las fotografías sean la mejor forma de guardar momentos y personas especiales, pero en realidad las fotografías son la mejor forma de guardar la esencia de nuestra vida. 
Todos deberíamos permanecer con una cámara, pero que mejor cámara que nuestra mente! no necesitamos tener un papel al frente o mil palabras para saber que nuestra alma y mente es libre y es la única que siempre tendrá todo vívido y en presente.
Es muy complicado vivir entre recuerdos perdidos, entre personas lejanas y un silencio infinito que muchas veces te hace perder la calma. Es frustrante saber que te encuentras en el lugar equivocado y solo poder sentarte al lado de una ventana, divisar el paisaje y reflejar que no pasa nada.
De todas formas, nuestra vida se basa en pasar la mayoría del tiempo alrededor de desconocidos que con un nudo en la garganta, algo de ironía y un toque de ignorancia les llamamos amigos cuando ni siquiera sabes si tienen un gato en casa, cual es su color preferido o que clase de música escuchan, simplemente vivimos de instantes los cuales muchas veces solo aparentamos disfrutar porque ese tipo de cosas son cursis y poco importantes...
 En alguna ocasión  deberíamos devolver la película y volver a ser niños de corazón, cuando las cosas como tu saco o pastelillo favorito  eran vitales para que alguien fuese tu mejor amigo en primer grado,  entonces cuando nos detenemos en esos pequeños recuerdos es cuando empezamos a darnos cuenta todo lo que hemos dejado pasar y lo ignorantes que somos frente a lo rutinaria y falsa que se convierte nuestra vida.

Con los pies hacia las nubes.

Suspiro, demasiado aire desperdiciado. Piensa. 
Un vaso de licor vinagre al lado de un pequeño teléfono que tal vez suena una que otra vez al mes para pedir un favor. Una rutina de ser solo un ciudadano que al mirar al cielo logra recordar que es un ser sentipensante, que crea e imagina. Varias razones para tener razón que no hay peor razón que el olvido. Un pájaro monocromático junto a una bella rama llena de colores que logran activar las alas de aquel pájaro para elevarse alto y lejos. Una habitación llena de matices que descontaminan el alma y llevan a aquel mundo en el que a veces  se confunde el amor perfecto con la almohada de una cama, ese lugar en el que todo es tan irreal que parece real; en el cual se tiene tanto que no se tiene nada. Solo se espera que los sueños sean ideas mimetizadas en acciones. 

Silencio, el inconsciente hiperactivo intenta vocalizar los pensamientos con un tono más afinado. Se retorna a la realidad y por ventura hay un sándwich de atún en la nevera con un buen café frió para matar el hambre. Canción perdida. 

La noche se congela en la más fina y confusa pregunta o a lo mejor en una fotografía mental, dejando los pensamientos en paralelo. Giros, la consciencia defraudada deja miles de huellas y manchas en lugares inseguros. Ahora qué tal una malteada de fresa con un par de galletas oreo. Acompañantes de altura, para una buena fiesta. Que buena onda hay fiesta! Tal vez solo un párrafo mas y se vomita; pero ¿por qué ensuciar el sofá? Mejor un café con un cigarro – oh! Es verdad, no se fuma! Mm Que bien. De repente, con un libro balanceado suavemente en una hamaca amarilla se abriga por un cielo blancuzco con una que otra estrella que logra penetrar en las venas un escalofrió eterno que pone la piel de gallina; mierda un gato maúlla o será un loro que imita a un gato.

No sabe nada. La malteada se a chorreado en la bufanda de color azul y una pagina del libro esta rota. Mejor tomar un trago para calmar la sed, enviar un mensaje. Calma toma aire, mira malicioso y después sin pensar uno, dos o tres te lanzas al vacío de las incontables letras de una bella nota y con unas cuantas gotas de sudor  escuchas palpitar un corazón tras unas 2 o 6 horas de itinerario.
Cierra los ojos, viaja y no temas hablar con aquel amigó que se encuentra al otro lado del espejo que en ocasiones es quizás invisible. Quizás persona. Quizás un poco demente. Quizás especie. Quizás esencia, pero que tiene como régimen de vida siempre ir con la mirada al cielo y una sonrisa pintada con el corazón…