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Wednesday, March 9, 2011

La ultima mudanza.

Emily toma su equipaje y recoge su pañuelo, solemnemente camina hacia los escalones del tren.

La noche congela hasta el rincón más recóndito de la tierra;  su piel totalmente  erizada convierte sus vellos en espadas rompiendo el viento y el verbo aprehender parece una metáfora inconclusa, todo se disuelve en sus manos, se escapa de los sentidos, del mismo tiempo.
Su vida parece arrollar sus sueños, y él se acerca a estropearlo todo, a mostrar que errar no es humano, ni llorar, ni mentir…

Antes ellos fluían juntos, el mundo era bello por simple rareza, todo tan fácil de aprender, antes de su abrazo ella era un caballo sin herradura, ahora sus bienes no son salida ni entrada, ella lo extraña y por supuesto hace frío. 
La noche parece una estampa de esas del norte de Canadá, él es su alivio; verlo lejos, sentir la ausencia pegada en los rincones del sabor de sus besos perdidos en el tiempo, sus delicados dedos rompen las notas de una guitarra que no sabe si atormenta o acompaña.
Sus sábados tendrán una vicisitud repugnante, el café  ah llegado a su fin, los atardeceres pintados pierden su color y las noches bohemias carecen de suspiros ajenos y lagrimas armónicas,  porque las sonrisas se funden  en recuerdos y peor aún en uno que otro olvido.
Emily empieza acostumbrarse a ese callejón de recuerdos, al jugo de naranja espeso, al goteo inconstante del grifo al medio día, de la ausencia de olor a yerbabuena; comienza a serle susceptible el sabor a leche rancia en la nevera,  que al  momento de cocer la carne deba marcharse o las palabras vagas que él usa con frecuencia.

Ayer salió de su casa compro cuadros nuevos, fue aquel bar por el centro por la cerveza que osaban compartir, paso intencionalmente por el parque, ese parque envenenado de arrebatos y canciones que marcaron los preceptos de la noche, de sus noches; concluyo su hazaña, esa que el tenia siempre en mente de hacer victima a una mujer de sus propios pensamientos…


Allí prometió que esta fuese su última mudanza.

1 comment:

Pamela said...

Todo al final se reduce a esa última mudanza, mas a veces hacia personas que hacia lugares, al final, siempre decidimos quedarnos ahí. Que buen post señorita, felicitaciones.